La principal función de Lingual Mesh es hacer que bajes de peso. Esto lo consigue mediante dos mecanismos principales:

1.- El primer mecanismo consiste en disminuir el hambre, los antojos y la ansiedad por comer. 

La malla lingual de Lingual Mesh al estar en contacto con las papilas gustativas de la lengua, crea una señal refleja hacia el cerebro, específicamente hacia el centro del hambre y la saciedad, disminuyendo el hambre del paciente y la desesperación por comer, disminuyendo el antojo o la ansiedad por comer.

2.- La segunda función y sumamente importante para lograr los resultados tan rápidos que se obtienen, es que la malla impide al paciente masticar alimentos sólidos.

Por esta razón la dieta que se le da al paciente es una dieta básicamente líquida, a base de licuados, cremas, caldos, yogurt, jugos y bebidas.

De inmediato uno pudiera pensar que con ese tipo de dieta además de bajar rápido de peso pudiera existir una mala nutrición, sin embargo lo que sucede realmente es todo lo contrario. Los pacientes bajo el plan alimenticio de Lingual Mesh están mejor nutridos, con una alimentación más sana, completa y llena de vitaminas y minerales aportados por la dieta líquida (licuado de plátano, fresa, papaya, melón, etc... crema de brócoli, champiñones, zanahoria, elote, coliflor, chícharo, apio, garbanzo, etc... caldo de verduras, de pescado con verduras, de pollo con verduras, etc... yogurt natural licuado con piña, con fresa, con melón, con papaya, etc...).

El paciente con Lingual Mesh y el plan de alimentación a base de líquidos llega a su primer cita semanal luego de colocarse la malla y lo primero que dice al doctor es "creí que me iba a morir de hambre, pero no, no tuve hambre, me sentí muy bien toda la semana". Los pacientes habitualmente mejoran incluso su tránsito intestinal, la colitis, gastritis y otras alteraciones funcionales gastrointestinales mejoran por completo. Los pacientes no experimentan dolor de cabeza, incluso aquellos que comentan padecer de migraña o cefalea frecuentemente.

Los pacientes llegan a sus citas contentos, sintiéndose mejor que antes y lo mejor de todo: con dos, tres, cinco o siete kilos menos que la semana anterior.